Resistencia a polimixinas


- Mecanismo de acción:
Las polimixinas poseen residuos lipofílicos e hidrofílicos en una misma molécula lo que le confiere un carácter anfipático. Ejercen su actividad bactericida a partir de la atracción electrostática que establecen inicialmente con el lípido A presente en la membrana externa de las bacterias Gram negativas.
El lípido A es uno de los tres constituyentes del LPS bacteriano, que también presenta en su región central un núcleo constituido por una unidad de sacáridos y una región más externa denominada antígeno O. Las moléculas del lípido A sirven de soporte al LPS bacteriano, manteniéndolo anclado a la membrana.
La atracción electrostática entre la molécula de polimixina y el lípido A se da por la diferencia de carga entre estas dos moléculas. Las polimixinas son compuestos catiónicos (carga positiva), al tiempo que el lípido A presenta carga predominantemente negativa. La interacción entre polimixina-lípido A promueve un desplazamiento de los iones de calcio y magnesio responsables del mantenimiento de la organización de la membrana externa.
Tras el desplazamiento de estos iones y la desorganización del lípido A, el residuo de ácido graso en el extremo N-terminal de la molécula de polimixina se inserta en la membrana externa, causando lesiones en la misma.
Al llegar al espacio peri plasmático, la molécula de polimixina causa el mismo tipo de daño en la membrana interna bacteriana. Estas lesiones aumentan la permeabilidad de las membranas, la pérdida de componentes intracelulares y, en consecuencia, la muerte de la célula bacteriana
- Mecanismo de resistencia:
La amplia utilización de las polimixinas ha ido aumentando las tasas de resistencia, así mismo en consecuencia se ha podido verificar un mayor número de infecciones causadas por patógenos que presentan resistencia intrínseca a las polimixinas como, por ejemplo: Serratia spp., Proteus spp., Providencia spp., y Burkholderia.
Se observan dos fenotipos de resistencia a las polimixinas:

Mecanismo de resistencia a las polimixinas es producido por una disminución/ausencia de la interacción entre el antimicrobiano y el lípido A presente en el LPS bacteriano. De esta manera la bacteria queda "protegida" de la acción bactericida de la polimixina.
En resumen, si bien las polimixinas B y E poseen alta toxicidad y su dosificación no es óptima, colistin/polimixina E es una de las últimas opciones para el tratamiento de bacterias Gram – negativas multiresistentes.
Por otra parte, la aparición de MCR en Enterobacterales es preocupante (diseminación horizontal de la resistencia).
Y por eso es de suma importancia la prevención de la propagación de colistin en Enterobacteriales ya sea, minimizando el uso de colistin en humanos y alimentos así como también, vigilando su distribución y diseminación a través de pruebas de detección y prácticas agresivas de control de infecciones.